- Evita sumergir la pieza en limpia plata o cualquier otra sustancia.
- Moja un pañuelo con el limpiador de tu preferencia y frota la pieza.
- Guarda o cuelga cada pieza por separado.
- Evita el contacto con substancias que puedan alterar la oxidación del metal (perfume, cloro, cosméticos, metales, etc.).